lunes, 17 de enero de 2011


MEDITACIÓN TOTEM 2012
Significado: El Tótem actúa como antena cósmica de la Madre Tierra para el 2013. Se trata de conectarnos a ella, unir cielo y tierra, y sincronizarnos con su frecuencia de ascensión. Es el Árbol de la Tribu para aquellos que actúan como guerreras y guerreros del Arco Iris. Objetivo: La unión de todas nuestras conciencias (Presencia colectiva) en un solo Propósito de activación planetaria, que será amplificado por la Antena Tótem, actuando como repetidor  celeste.
Ceremonia: Visualiza el Tótem. Contempla la imagen, interna o externamente, y ten la sensación de elevarte con ella desde los primeros chakras (tierra, agua, fuego y aire, con sus animales respectivos) hasta que puedas descansar en el corazón. Con la boca ligeramente abierta, recoge energía de la parte posterior del pecho (donde penetra la Energía Crística) y expulsa irradiando esta energía a tu alrededor hasta crear un verdadero Vehículo de Luz que rodee tu cuerpo como una enorme burbuja de un radio aproximado de metro a metro y medio, desde el plexo solar.
Saludamos a los Vientos. Es como si tus pies estuvieran situados en el centro de un pequeño círculo, de medio metro de radio, que representa a la madre Tierra. Tiene una cruz que lo divide en cuatro partes, las 4 direcciones y los 4 elementos. El centro corresponde al quinto elemento, el Éter o Conciencia, y a la Nueva Raza del Quinto Sol (la raza verde, que es la fusión de las cuatro primeras en lo que hoy nos hemos convertido: la nueva huma-unidad consciente). Los Elementos siguen la espiral evolutiva del Dragón: Tierra (diosa, bisonte, cruz, cueva); Agua (delfín, oso, shivalingam, agua cayendo desde la mano de la diosa a través del cristal); Fuego (jaguar, humo de los sahumadores, Sol) y Aire (águila, pájaros, mariposa). Si estamos sentados centramos nuestra atención en las diferentes partes del cuerpo que vamos citando.,
1-De pie ante el Tótem en el centro del círculo, sentimos hara, nos anclamos en la Tierra y saludamos con un namasté al Tótem-Humanidad-madre Tierra. Sentimos Timo y expandimos fuerza, luz, amor y paz desde el pecho al universo entero.
2-Paso a la izquierda y nos unimos con todas nuestras relaciones femeninas (madre, hermanas, novias, compañeras, amigas, maestras, diosas), y con nuestro lado creativo, magia y sentimientos. Volvemos al centro y paso a la derecha asumiendo nuestra relación con la polaridad masculina a lo largo de nuestra vida (padre, hermanos, curas, maestros, amigos, compañeros, jefes, parejas). Es el momento de sentir serenidad, calma emocional, fuerza interna, presencia en el instante, propósito inquebrantable de futuro, y esa energía disciplinada que siempre acompaña a lo masculino bien aspectado. Volvemos al centro. Es Ardhanarishwar, hombre y mujer: Una mujer fuerte, comprensiva y amorosa, una guerrera infatigable y sin miedo que no se ve arrastrada por emociones intempestivas; y un hombre sensible, abierto en su corazón, amante de la Tierra, capaz de pelear las nuevas batallas contra la injusticia (polución, ignorancia, dependencias, agresividad). Del centro damos un pequeño paso hacia atrás Representa la Voluntad verdadera, invocamos al Más Radiante y recapitulamos todo lo vivido. Acepto todo lo vivido sin culpabilidad. Ofrezco mis vidas sobre la Tierra y soy el fruto de mis experiencias, como guerrero/a de la Diosa. Vuelvo al centro. Y paso al frente (Sentimiento y Amor incondicional). Es lo que tenemos por vivir, el nuevo mundo que estamos construyendo, un camino consciente de ascensión y gloria. Sentir la Cruz Templaria en el pecho “Yo soy la Resurrección de la carne”). Por último me quedo en el centro, el quinto elemento del Éter, la Presencia Yo Soy. El corazón de la Tierra convertida en Sol, un círculo con un punto en medio. Agradecimiento y amor por ambos desde mi corazón radiante. Pedimos perdón y nos perdonamos. Activamos la hormona del rejuvenecimiento, desactivamos la hormona de la muerte en la hipófisis y sentimos el Timo.
“Yo soy la Ascensión en la Luz”. Es la tercera fuerza que acaba con la dualidad. Tres vueltas a cada lado con las manos abiertas, sintonizando la frecuencia de la ascensión. Media docena de respiraciones en el canle central y activamos la rotación contra el reloj  de nuestra Merkabah, el holograma del amor incondicional. Yo soy el propio Tótem y sirvo de antena de recepción para las energías que llegan del cielo, desde los hermanos estelares. Y comparto esta fuerza con todos mis hermanos de las Cuatro direcciones, activando el puente de luz con México y con América en general (Titicaca, Machu Picchu). Elevo el nivel de luz de mis células y asimilo la nueva realidad del próximo futuro: “Yo soy un ser divino en un cuerpo físico inmortal”.