Inicios

Así fueron los comienzos del Totem


El tótem se decidió ubicar en la campa de los ancestros.
El cimiento para el  tótem mide dos por dos metros y un metro de profundidad.



La raíz del tótem, un gran entramado de mallazo y una gruesa placa de metal son las
encargadas de mantener el tótem erguido aun en los días de viento.



Hicieron falta más de 4 metros cúbicos de hormigón;
disfrutamos del trabajo en grupo y un soleado día.

Levantando la estructura del tótem,
a falta de grúas, buenas son excavadoras…

Anclando la estructura del tótem a la base en cimientos.



La estructura “plantada” mide 8 metros.


Conformando la cabeza del águila
que coronará el Tótem.


Ya se besan águila y dragón.

No tocar, Recién pintado.

Inauguración provisional san Juan de 2010.







Comienza el trabajo de herrería
para construir las alas del águila


Forjando plumas;
al fondo el patrón dibujado por el artista.

Entrañable Nica,
su entusiasmo fue el fuego que forjó las alas.

Los ayudantes, disponibles e incansables; un encanto.


Aprovechando los conocimientos de Nica,
todos aprendimos un poco el oficio.


Fueron dos semanas en torno a la forja de las alas,
días de convivencia, alegría y efectividad.

 
Nica, soldando.


Las alas suben a pulso, pesan de lo lindo.

Los hombres de Liuramae  en pleno, fijan las alas con las que volaremos todos.


Una ducha de fuego.

Y las mujeres aquí sólo podían dar ánimos…
y rezar.


Y hemos subido el jaguar